sábado, 6 de febrero de 2016

Ventilación mecánica (II)

Hola, buenos días!

Hoy empezamos por el principio. ¿Cuándo hay que conectar a un paciente a ventilación mecánica invasiva o no?. Es curioso pero hay pocos estudios de cuando conectar a un paciente a un respirador y muchos sobre cómo desconectarse o “destetarle”. Si, si, se dice así destete de la VM. Esta decisión no la tomamos nosotros, pero si somos los que alertamos de que algo va mal y debe ser evaluado por un médico. Por mucho que se empeñen muchas personas somos un equipo, y como equipo que somos, somos  mejores en conjunto que de forma individual. 
¿Qué debes saber que te indique que el paciente puede requerir VM? Voy a enumerar una serie de signos y síntomas que te deben hacer estar alerta:

1. Mira al paciente a la cara. Tú eres la que está a su lado. A medida que el paciente tiene disnea abre la boca al respirar. Los  pacientes obstructivos (Enfisema, bronquitis crónica...), respirarán con los labios fruncidos para alargar la espiración,  redistribuir el aire y evitar el colapso alveolar. Otros pacientes gimen o emiten un quejido. Muy típico en los neonatos con fallo respiratorio. Es parecido al estridor y en realidad se debe al cierre de la glotis durante la espiración. Cuidado con el aleteo nasal, éste se realiza para aumentar los orificios nasales y de esta manera reducir la resistencia de la entrada del aire. La sudoración es muy típica, es causada por el trabajo muscular, la vasodilatación por hipercapnia y la estimulación simpática.
2. Mira su cuerpo. Sobre todo abdomen y tórax. Es fácil recordarlo. Los músculos que usamos en respiración tranquila son el diafragma y los intercostales externos. Cuando necesitamos trabajar mucho porque la situación empeora, usaremos los accesorios que están en el cuello (esternocleidos y escalenos) y en la parte alta del tórax. Pero en mi clases lo digo. El cuello con músculos muy contraídos te debe hacer pensar que algo no va bien. Los pacientes obstructivo a medida que empeora su situación usa mucho la musculatura espiratoria que está situada en el abdomen. La respiración paradójica (torácica-abdominal, en bamboleo...), es decir tórax y abdomen van al revés, para que nos entendamos. Lo normal es que vayan acompasados. Esto ocurre porque la presión negativa excesiva  generada por la caja torácica succiona el abdomen, hundiendo el abdomen durante la inspiración. El tiraje es importante y también la retracción de los espacios intercostales ya que indican excesivo trabajo respiratorio.
3. Frecuencia respiratoria. La frecuencia respiratoria normal se sitúa entre 10 y 20 rpm. Las respiraciones en los pacientes respiratorios estables suelen estra en torno a 25 rpm. Pero respiraciones superiores a 35 rpm deben ponerte en alerta de que es posible que tengan que intubar a tu enfermo. Una curiosidad, cuenta las respiraciones un minuto completo, no sólo unos segundos, ya que estos pacientes a veces hacen pausas y puedes no contar la frecuencia real del paciente. A veces la bradipnea o el gasping también.
4. La frecuencia cardíaca y la presión arterial. En general por la descarga simpática suele haber taquicardia e hipertensión. Cuidado que cuando es un problema de infección o sepsis hay hipotensión.
5. Estado mental. Lo más común es que a medida que avance la insuficiencia respiratoria el paciente disminuya su nivel de conciencia. Recuerda que que datos en la escala de coma de Glagow menores o iguales a 8 se debe intubar  al paciente.
6. Incapacidad para eliminar secreciones. Independientemente de la causa. Ya sea traumatismo torácico, cirugía, bajo nivel de conciencia.
7. Obstrucción de la vía aérea superior. Si tras realizar las medidas adecuadas no has podido eliminar la obstrucción. O por inflamación vía aérea superior (laringoespasmo, epiglotistis...).
8. Gasometría arterial con acidosis, hipoxemia y/o hipercapnia.

Creo que esto en tu día a día te podría ayudar a prever que debes preparar un respirador. Mañana preparamos el respirador...

Ya llegó el día para que miles de enfermeras luchen por una plaza de especialista. ¡¡Suerte a todos!!

“Cuanto más difícil es la victoria, mayor es la felicidad de ganar.”
Pelé (1940), exfutbolista brasileño. 

 







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