lunes, 15 de febrero de 2016

Transfusiones (III)

Hola, buenos días!

Transfusión de sangre y hemoderivados (III)

Las transfusiones pueden provocar efectos adversos en el receptor, de los cuales algunos pueden ser muy graves. La Enfermería extrae la sangre para las pruebas cruzadas, las identifica y las envía a laboratorio. Posteriormente recibimos el hemoderivado a transfundir, comprobamos que está en buen estado, su identificación y que ésta coincida con el grupo sanguíneo del receptor. Pero no olvides que lo debe comprobar otra compañera por seguridad y de nuevo lo debes hacer a pie de cama en el momento de la administración. Esto es fundamental para la seguridad de nuestros pacientes. Evidentemente el error puede estar en cualquier momento de la cadena, pero el que nos atañe a nosotros es el más frecuente y por ello debemos ser exquisitos en nuestras comprobaciones.

Las reacciones son:
1. Reacción hemolíticas inmediata:
Es la más grave. Se destruyen los eritrocitos transfundidos por los Ac (aglutininas) del receptor creando una reacción inflamatoria y de la coagulación. Es casi siempre debido a la incompatibilidad AB0. Causa hemólisis, shock, CID e insuficiencia renal aguda. La enfermera lo detecta porque aparece de forma brusca fiebre, escalofríos, dolor lumbar y abdominal, opresión precoz dial, disnea, diarrea y vómitos. La orina a veces es roja tipo vino. Hipotensión y anuria indica gravedad no lo olvides!
Lo primero y más importante para inmediatamente la perfusión. Y cuidado con los pacientes postquirúrgicos, no nos podrán relatar los síntomas, así que vigila los signos de shock, anuria y hematuria.
Y no olvides, los errores administrativos en cualquier momento de la cadena es la causa principal. Comprueba varias veces identificación de paciente y bolsa y que lo haga otra compañera.
2. Reacción hemolíticas retardada:
Los pacientes que han sufrido una transfusión han creado Ac que con el tiempo se reducen. Cuando reciben una nueva transfusión suelen tener una reacción más tardía. Suele caer la Hb y no responder bien a la transfusión en la mejora del hemograma. Tmbién a veces aparece ictericia y fiebre en los días siguientes.
3. Reacción febril no hemolítica:
Es la reacción más frecuente. Se produce por una reacción de los Ac del receptor hacia los Ag leucocitarios del donante, en personas que ya han sido transfundidos. Recuerda que hay muchas más chinchetas que las más importantes como el sistema AB0 o Rh. Aparece fiebre, escalofríos, vómitos y trastornos vasomotores. Se diferencian de la hemolítica inmediata porque suele aparecer al terminar la transfusión o  unas dos horas después.
4. Edema agudo de pulmón:
Es por sobrecarga en un paciente con antecedentes de insuficiencia cardiaca. A veces es por lesión pulmonar por reacción de Ac leucocitarios. 
5. Reacción anafiláctica:
Aparece shock anafiláctico, por reacción Ag-Ac en pacientes previamente sensibilizados en otras transfusiones.
6. Urticaria:
Aparecen habones con picor intenso, pero no va acompañado de reacción anafiláctica. Lo suele mejorar la premedicación con antihistamínicos ya es conocida en transfusiones anteriores.
7. Contaminación bacteriana:
Es excepcional. Suele ser porque la bolsa se coloniza a través de la manipulación no aséptica del catéter o del tiempo excesivo de transfusión. Se da más en la transfusión de plaquetas por son servirse a temperatura ambiente.
8. Transmisión de enfermedades infecciosas:
Esta complicación siempre está porque los componentes sanguíneos si se esterilizaran perderían sus propiedades y se romperían. Se realizan técnicas físicas y químicas para disminuir los microorganismos pero no existe garantía absoluta de esterilidad. Cuanto más donantes lleve un preparado más riesgo. Así que, sin dar datos, las posibilidades de la transmisión de una infección está ahí. En proporciones dependiendo del virus entre 1:400.000 a 1:1.000.000.

Un fuerte abrazo y vamos a por la semana!

“Una persona no puede directamente escoger sus circunstancias, pero si puede escoger sus pensamientos e indirectamente -y con seguridad- darle forma a sus circunstancias.” James Allen (28 de noviembre, 1864 - 24 de enero, 1912) fue un escritor filosófico británico conocido por sus libros inspiracionales y de poesía, y por haber sido un pionero en el movimiento de autoayuda.


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