martes, 26 de abril de 2016

Incontinencia urinaria

Hola, buenas tardes!

Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria se puede definir como la pérdida involuntaria de orina que puede demostrarse de forma objetiva que suele llevar a un problema de higiene y, en muchas ocasiones, retracción o reprobación social. Su incidencia en ancianos que viven en la comunidad es del 5%-10%, en pacientes hospitalizados del 35% y en residencias alcanza al 50% de la población.
Los cambios en la función vesical que se atribuyen a la edad se incluyen: menor capacidad de la vejiga, aumento del volumen residual, contracciones desinhibidas de la vejiga y disminución de la longitud funcional de la uretra. 
Hay fármacos que pueden provocar incontinencia. Los diuréticos (polaquiuria, urgencia miccional, poliuria), hipnóticos (sedación, inmovilidad, delirio), antipsicóticos (sedación, parkinsonismo, inmovilidad, delirio), antidepresivos (sedación, propiedades anticolinérgicas), calcioantagonistas (retención urinaria), anticolinérgicos (impactación fecal, delirio, retención urinaria) y opiáceos (impactación fecal, delirio, retención urinaria) son los fármacos más comúnmente relacionados con la incontinencia urinaria. 
Tipos de incontinencia:
Incontinencia de urgencia. También conocida como inestabilidad del detrusor, es el tipo de incontinencia urinaria más frecuente (65% de los casos) entre las personas mayores. Esta incontinencia se produce cuando las contracciones no inhibidas del detrusor superan la resistencia de la uretra. Hay pérdida de pequeñas cantidades de orina. Los ancianos presentan urgencia súbita de orinar y un residuo posmiccional inferior a 50 mL. Las causas suelen se defectos en la regulación por parte del SNC, obstrucción del tracto urinario inferior, afección orgánica vesical e inestabilidad idiopática. La hiperactividad del detrusor con deterioro de la contractilidad, entidad descrita recientemente, es desde el punto de vista urodinámico un subtipo de inestabilidad del detrusor. Es una causa de incontinencia urinaria preponderante entre los ancianos ingresados. 
Incontinencia por rebosamiento. Ocurre cuando la presión de llenado vesical excede a la uretral, pero sólo con grandes volúmenes de orina dentro de la vejiga. Suele corresponder a la etapa final de la obstrucción del tracto urinario inferior y se caracteriza por un residuo posmiccional superior a 100 mL. Los síntomas más frecuentes son dificultad para iniciar la micción, sensación de micción incompleta, episodios de retención urinaria y, en ocasiones, ausencia de deseo miccional. Los escapes de orina suelen ser de escaso volumen. Para iniciar la micción hay que recurrir a incrementar la presión abdominal. Dentro de este grupo se puede incluir el diagnóstico urodinámico de detrusor acontráctil. Suele asociarse a lesiones neurológicas tipo accidente vascular cerebral, neuropatía diabética o tumoraciones del centro sacro. Clínicamente se manifiesta con síntomas obstructivos, aunque algunos pacientes pueden referir polaquiuria. Incontinencia de estrés. Se produce cuando el aumento de presión intraabdominal supera la resistencia uretral, lo que permite la expulsión de pequeñas cantidades de orina. Entre sus causas se incluyen el déficit de estrógenos, la debilidad de los músculos pelvianos, la debilidad del esfínter uretral y la obesidad. Existen pequeñas pérdidas de orina después de la tos o de un acceso de risa. El residuo posmiccional es mínimo. 
Incontinencia funcional. En este tipo de incontinencia, la función del tracto urinario inferior se encuentra conservada, pero existen situaciones externas que precipitan la incontinencia. Por ejemplo, un deterioro en la movilidad o una demencia en estadio grave en la que el anciano es incapaz de alcanzar el lavabo para orinar. Existen situaciones variadas que contribuyen a este tipo de incontinencia, entre ellas: depresión, hostilidad, alteraciones musculoesqueléticas, ausencia de iluminación en la habitación, etc. 
No olvides que bebes ser cuidadoso en el trato con el paciente, “hacerse pis encima siempre es vergonzoso”. Trata al paciente con privacidad y respeto.

Un fuerte abrazo!

“Siempre me siento feliz. ¿Sabes por qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe, solo vive intensamente. Antes de hablar, escucha. Antes de escribir, piensa. Antes de herir, siente. Antes de rendirte, intenta. Antes de morir, vive.”
William Shakespeare


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